El origen de los homínidos
Del orden de los Primates, superfamilia de los Hominoides, se desprenden las familias de los póngidos y homínidos. De los homínidos, el Homo sapiens (seres humanos) constituye la única especie.
El origen y proceso de evolución de la especie humana o de hominización, se define como el desarrollo simultáneo del cerebro, locomoción bípeda y capacidad tecnológica.
Darwin teorizó con que la humanidad descendía de un antiguo miembro del subgrupo antropoide (no de los actuales monos como se le atribuye), siendo el filósofo Kant el que apuntó a la descendencia de los primates. La antropología actual ha podido confirmar mediante numerosos fósiles encontrados, que el antecesor de la humanidad ha vivido en África. De todas formas, los antropólogos moleculares han confirmado que los humanos no proceden de los simios, sino que derivan de un antepasado común por descubrir, cuya separación del tronco común (con gorilas y chimpancés) pudo suceder entre 7 y 3 millones de años (paleontológicamente es un tiempo muy corto).
Actualmente existen cinco géneros de antropoides (tres asiáticos y dos africanos) que forman la familia de los simios (póngidos). En Asia son los gibones (comprenden varias especies del género Hylobates), el siamán (Simphalangus syndactylus) y el orangután (Pongo pygmaeus); en África son el chimpancé (Pan troglodytes y P. paniscus) y el gorila (Gorilla gorilla).
En cuanto a los homínidos, hagamos un repaso mas conciso de la historia evolutiva:
Hace 30 millones de años existió un primate antepasado común y más antiguo conocido durante el Oligoceno, el Aegyptopithecus, del que partieron dos linajes: de un lado los gibones, y del otro los restantes póngidos y homínidos.
Entre 25 y 15 millones de años (según que autores hasta 8), en el Mioceno medio, en Europa, Asia y África habitaron diversas especies de monos superiores (subfamilia Driopitecinos), que fueron posibles antecesores de los póngidos y homínidos. Al primer fósil de un gran antropoide encontrado en Francia (Dryopithecus) se le supone 13 millones de años de antigüedad. En Palestina, por su parte, fue encontrado el Sivapithecus, probablemente relacionado con el antecesor del orangután
Entre 14 y 8 millones de años, en el Mioceno superior y Plioceno inferior, habitaban el género Ramapithecus (R. brevirostris) en la India, Pakistán y China; otra forma similar, el Keniapithecus (K. africanus) en África. Con respecto a este periodo surgen diferentes consideraciones antropológicas; así, mientras algunos autores sostienen que el Ramapithecus es un homínido, y por tanto que la separación de esta familia del tronco común con la de los póngidos, se realizó entre los 20 y 15 millones de años, la mayoría de antropólogos lo consideran un mono antepasado del orangután.
El nexo común de los simios y humanos del que no se tienen dudas, es el de los hombres mono del sur (género Australopithecus), cuya familia australopitecinos ya está extinguida; vivieron en el centro y sur de África hasta hace un millón de años, y probablemente incluso menos. Varias especies han sido reconocidas, una de ellas el Australopithecus robustus poco parecido a los actuales humanos, de aspecto simiesco, grandes dientes, mandíbulas y hocico, y una altura de 1,5 metros. Otra especie de menor tamaño y fragilidad es el Australopithecus africanus, que medía un metro de altura aproximadamente, y que posiblemente es el antepasado más directo de la especie humana; vivió entre los 3 y 2 millones de años y caminaba erguido, según se desprende de la forma de la pelvis y los huesos de las piernas. Se especula entre varios autores la existencia de una tercera especie (Australopithecus afarensis), que serían más antiguos, con rasgos más arcaicos que todos los descritos y próximos al chimpancé.
El Pithecanthropus erectus (también llamado hombre de Java) y hoy clasificado como Homo erectus, es otro eslabón de la filogenia humana. Los pitecántropos eran bípedos y caminaban erguidos.
Se encontraron restos de esta especie en Europa, África y Asia. Otra forma más avanzada habitó China hace 800.000 a 500.000 años, el H. erectus pekinensis (hombre de Pekín) cuyo cerebro ya alcanzaba los 1.000 cm3, límite inmediato inferior al de la actuales humanos. Se estima que esta subespecie no sólo fabricaba útiles de piedra, sino que pudo haber sido el primero en utilizar el fuego. En Atapuerca (Burgos-España) se han descubierto individuos de Homo erectus en yacimientos del Paleolítico medio. Se ha datado que el paso del Homo erectus al Homo sapiens se ha producido en Europa durante el último periodo interglacial. La secuencia se constituye así: Australopithecus africanus, Homo habilis, Homo erectus, Homo sapiens.
El primer Homo sapiens fue el hombre de Neanderthal (Homo sapiens neanderthalensis), que habitó entre hace 150.000 y 35.000 años en Europa, África, Oriente Medio y Lejano Oriente, durante el último periodo glacial. Tenía un parecido menor a los actuales humanos que los presapiens, a pesar de que el cerebro era volumétricamente moderno (1450 a 1650 cm3).
Aparentemente fue sustituido bruscamente en Europa hace unos 40.000-35.000 años, por otras razas de la actual subespecie Homo sapiens sapiens, entre los que destaca el hombre de Cromagnon y Chancelade. Probablemente estas subespecies ocuparan las mismas zonas al tiempo; si el hombre moderno invadió los territorios neanderthales y no lo aniquiló, sino que se cruzaron las poblaciones, es posible que en nuestra historia genética exista un origen Neandertal.
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